VESTIDOS POPULARES
Arturo Jiménez Borja
La gran mesta del Collao, con el resplandeciente espejo del lago más alto del mundo, es otro de los sitios donde se pueden ver trajes de influencia española. En Huancané, zona aymara, la recortada ribera del lago crea microclimas y es dable ver, pese a la altura, vestidos con bordados florales.
Las monterías y jubones de Capachica están llenos de flores bordadas. Los vestidos son de color negro, y los bordados sobre ellos los llena de luz.
El poncho típico de esta zona se llama “huairuro” pues es a rayas rojas y negras igual que una semilla llamada así a la cual se le atribuye el poder de atraer la buena suerte.
En plena meseta, en Pucara, los sombreros d ellos hombres, confeccionados en fieltro blanco, llevan un cinto ancho lleno de colores muy vivos. Son de gran imaginación.
En la ciudad de Puno, capital del departamento, la influencia española es más decidida. Se ven mantones bordados con largas flecaduras semejantes a los mantones de Manila, faldellines sobre puestos uno encima de otros, que crean la ilusión de guardainfantes.
Las fiestas patronales permiten ver muchos vestidos. La influencia hispánica es evidente. Los doctrineros consideraron prácticas idolatras la música, la danza, las máscaras, los vestidos y demás. Los jesuitas hicieron en el Collao gran adoctrinamiento y, a la vez, represión.
Yo he visto, hace años, a un músico con un cóndor disecado sobrepuesto, la cabeza del ave sobre la cabeza del músico. Esta admiración por los animales sobrevive hoy en los nombres: Condori es un apellido muy común en Puno; Condorpusa “cuatro condores” es apellido oído en las serranías de Tacna. Mamani, que equivale a “halcón”, es otro apellido muy común en Puno. También he visto a músicos y bailarines cubiertos con ponchos hechos de pieles de jaguar americano. En mi colección hay varios de estos ponchos.
Tomado de "Vestidos Populares Peruanos". Arturo Jiménez Borja. Banco Continental. Lima 1998.
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