Veneración Centenaria: La Carta que Resplandece la Devoción a la Virgen de la Candelaria en Puno
Hace más de 230 años, la ciudad de Puno ya se postraba ante la figura venerada de la Virgen de la Candelaria. Un documento histórico, fechado el 2 de febrero de 1792, revela la profundidad de esta devoción. La carta, dirigida a doña Teresa Chuquiguanca por don Miguel de Urviola, Sargento Primero y Caballero, Intendente de Puno, resplandece como una joya documental.
Este testimonio no solo refleja la dimensión religiosa de la festividad, sino también su implicación social, política y administrativa. En una época donde las competencias del Intendente abarcaban la administración de justicia, hacienda, finanzas, policía y ejército, la carta se convierte en un artefacto histórico que trasciende lo meramente devocional.
La importancia de este hallazgo no se limita al ámbito local; trasciende fronteras. La familia Paredes Chukiwanka ha compartido esta valiosa carta con el Ministerio de Cultura, contribuyendo al respaldo de la propuesta peruana ante la UNESCO. La intención es clara: la inclusión de la Festividad de la Virgen de la Candelaria en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Al citar a José Domingo Choquehuanca, sobrino de la destinataria original de la carta, se destaca el arraigo profundo de la fe hacia la "Mamita de la Candelaria". La carta no solo es un registro histórico, sino una afirmación de que la devoción del pueblo de Puno hacia la Virgen crecerá con los siglos, como la sombra que se alarga al declinar el sol.
En este 2 de febrero de 2023, la carta resurge como un faro que ilumina la historia y la fe de Puno, un recordatorio de la trascendencia de esta festividad que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Comentarios
Publicar un comentario